Por: Marcela López

Han pasado más de dos décadas de que la diminuta y expresiva Christina Ricci apareció en la escena cinematográfica, con el paso del tiempo, ha logrado convertirse en una excelente actriz de cine independiente, musa gótica y un prodigio en Hollywood; su magnífico trabajo ha quedado comprobado en las casi 50 películas donde ha participado.  

Ricci ha demostrado ser una camaleónica al momento de actuar, tanto que pudo evolucionar de ser una adorable niña estrella a una actriz reconocida en la industria del Séptimo Arte.

Con tan sólo nueve años, Christina Ricci inició su carrera de actriz de cine con el pie derecho; pues tuvo la oportunidad de debutar en la película de comedia “Sirenas” (1990) al lado de dos grandes de la actuación, la guapísima Winona Ryder y la talentosa y multifacética Cher.

Un año más tarde, en 1991, Christina Ricci participó en el filme “Los locos Addams”, en el cual interpretó a la sombría Merlina, personaje  que marcaría su carrera de por vida, ¿Cuántos de nosotros no recuerda aquel campamento de verano de Chippewa, su ropa bicolor y su peinado de línea horizontal?

Desde entonces hemos recordado a la Ricci, o al menos yo, como la niña  que  jugaba con un soplete e intentando convencer a su hermano de sentarse en una silla eléctrica.

Quizás una de las películas más nostálgicas que marcó la niñez de muchos, al menos para los que nacimos en los 80, es “Casper”, donde Christina interpreta a la adorable Kat, una adolescente que conoce a Gasparín, un fantasma amigable con una conmovedora historia acerca de su muerte.

“Casper” sin duda hizo llorar a muchos y suspirar a otras, ¿Qué niña no suspiró al ver convertirse al tierno Gasparín en un guapo Devon Sawa?, ¡Digo, en ese entonces, muchas de nosotras éramos unas pequeñas!

Ya con una edad adulta, en la década de los 90, Christina Ricci se dedicó a trabajar en producciones independientes que dejaron ver su madurez y su talento actoral innato, entre ellas destacan: “La tormenta de hielo” (1997) de Ang Lee; “Bufalo 66” de Vicent Gallo; “Miedo y asco en las Vegas” (1998) de Terry Gilliam; y “Pecker” (1998) de John Waters. Una etapa que la consolidó como una actriz de primera.  

Llegó el año 2000, y para Christina Ricci una gran oportunidad de trabajo bajo las ordenes del genio Tim Burton y del guapísimo Johnny Deep, con quienes trabajó en el filme de ciencia ficción “El jinete sin cabeza”, una adaptación del relato de Washington Irving, filme que  la colocó nuevamente como una de las actrices consentidas del publico cinéfilo.

Christina Ricci ha sabido compaginar bien su carrera, pues en el mismo año que se estrenó el “Jinete sin cabeza”, apareció en las salas de cine independiente con la  película “Lagrimas del Corazón”, de la directora ingles Sally Potter, nuevamente acompañada de Johnny Deep.

A mi juicio “Lagrimas del corazón” o “Vidas furtivas” es uno de los mejores filmes que he visto de Christina Ricci; en la trama, la actriz  interpreta a Fegele, una judía rusa embarcada en una odisea tras los pasos de su padre en un viaje que la lleva a descubrirse a sí misma en medio de la ocupación nazi en Francia, al lado del gitano Cesar interpretado magistralmente por Johnny Deep.

Un hecho que pocos conocen, es que la carismática actriz  Christina Ricci, debido a su apego al cine independiente, rechazó dos papeles que ahora son parte importante de la historia del cine hollywoodense, se trata ni más ni menos del personaje de Rose en “Titanic” y el de Claudia en “Entrevista con el Vampiro”.

Desde que compartieron créditos en la película “Sirenas” y hasta el día de hoy, Christina Ricci mantiene una estrecha amistad con la guapísima Winona Ryder, a tal punto de llamarse públicamente hermanas. Dos excelentes actrices, sin duda de mis favoritas, usted perdone el fanatismo.

Un episodio oscuro en la carrera cinematográfica de Ricci se registró en el año 2006, cuando la actriz posó en la portada de la Revista W vistiendo una enorme piel de reno, hecho por el que fue severamente criticada por PETA y vetada por sus propios fans. Aunque Christina, en su momento, pidió una disculpa pública, fue un error que le resto popularidad.

Y por si andaban con le pendiente, Christina Ricci sufre de una extraña fobia conocida como Botanofobia, que es el miedo irracional a las plantas. Incluso la actriz confeso que le da asco al instante de tocar una planta, y peor aún si se encuentran en un espacio reducido.

Christina Ricci, hoy por hoy, es una de las actrices más exitosas de su generación, de las pocas estrellas infantiles que realizaron una transición convincente a los roles de adultos, si bien es cierto atravesó la difícil barrera hacia la adolescencia con excesos y cambios familiares incluidos, supo sobrellevar ese tipo de situaciones y colocarse como una excelente artista del Séptimo Arte.

Aunque recientemente Ricci no ha tenido papeles protagónicos en cine, más bien se ha dedicado al doblaje como los “Pitufos”, es de esas actrices que siempre se echas de menos en la pantalla grande, y que quisiéramos verlas en distintos roles gracias a su calidad interpretativa.